-Iniciamos un tiempo necesario.En las circunstancias actuales resuena más que otras veces la llamada a la esperanza. El adviento es un tiempo real, el acontecimiento que se nos anuncia de la venida del Señor es una realidad personal íntima, que no sólo sucederá al final del camino histórico de nuestra andadura por este mundo, sino que en cada momento puede suceder la sorpresa del encuentro con el Señor que nos habita y desea mantener una relación de amor y de intimidad en el corazón de cada ser humano.
-La Liturgia toma los colores morados, que pueden producirnos el impacto del tiempo penitencia o de los ritos fúnebres, sin embargo el morado es la mezcla del rojo y del azul, del cielo y de la tierra, de la humanidad y de la divinidad, es el color que nos recuerda simbólicamente el misterio que nos diviniza, la encarnación del verbo de Dios.
-Nosotros los Cofrades del Carmen debemos de estar a la altura y tener esperanza, fuerza para luchar cada día en ser mejores cristianos, pero luchar no con elementos materiales si no con el corazón que es la mejor arma y con el amor que en el mismo Jesucristo nos ha regalado siempre "Amaos los unos a los otros como yo os he amado" . Los Cofrades debemos tener un ejemplo muy claro de ese amor en Nuestra Hermandad y es el amor de una madre, madre del señor la Virgen María, ella es todo amor, pero un amor verdadero hagamos de María guía en nuestro camino de la vida. ELLA ES NUESTRA GUIA EN EL CAMINO.
-Ramón Fernández Gil
Hermano Mayor
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